Contaba una historia un granjero...Había una vez un profesor que cada año dejaba a sus estudiantes una tarea de describir su meta más deseada en la vida, esta vez un chico muy pobre se toma el trabajo de de escribir su meta tan detallada y extensa que el profesor no le dió la nota deseada, éste le reclama por su nota y solo escucha del profesor que su meta no se ajustaba a su realidad ya que era inalcanzable para él y que si quería mejorar la nota, que cambiara esa meta ridícula, el joven no lo hizo, no tuvo la nota, pero no renunció a su meta que era el sueño de su vida, y que pudo lograr con esfuerzo y sacrificios tiempo después. A los años se reencuentra con ese profesor que llevó a sus estudiantes a su finca para una actividad al aire libre y le recordó cuando él quería que renunciara a su meta por inalcanzable que le parecía, el profesor le pide perdón por haber sido cruel e injusto, y que como a él, dañó muchos sueños por lo que estaba arrepentido, porque para alcanzar las metas hay que trabajar por ellas y no darse por vencido ante las opiniones ajenas, terminó por contar el granjero, que era el joven del cuento.
MORALEJA: Nunca renuncies a tus sueños por irrealizables que parezcan, estudia y trabaja para alcanzarlos porque si pones toda tu energía para lograr tus metas lo alcanzarás sin importar cuanto tarde. Nunca te rindas.
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