Estos 10 siglos:
Hace más de 10 siglos, en una de las familias más ricas y reconocidas de Japón, la familia Nagazuke, nacieron dos pequeños con una particularidad siniestra, los dos tenían en su frente unos pequeño cuernos, parecían dos golpes, pero en aquella época, ya que no se tenía conocimiento sobre la biología humana, intuyeron que era algún tipo de enfermedad y simplemente lo ignoraron por un tiempo, lo cual se volvió luego una pesadilla, ya que esta pequeña deformación no solo no era normal, sino que también les daba una capacidad totalmente desgarradora a aquellos que la poseyeran, esta capacidad era nada más y nada menos que seis brazos adicionales que no solo eran invisibles, sino que también podían expandirse hasta a 20 metros de distancia, y estos tenían una fuerza sobrenatural, así que se podría decir que este era un poder solo para asesinos, pues así es, pero esto no acaba aquí, estos fenómenos no solo tienen la capacidad de matar a diestra y siniestra, sino que son imposibles de aniquilar, ya que son inmortales, así es, además de peligrosos e incurables, son inmortales, y estos dos chicos nacidos con esta capacidad no sabrían nada sobre lo que les esperaba cuando se descubriera todo de lo que eran capaces.
A la edad de siete años, comenzaron a utilizar sus poderes, pero aun no sabían cómo utilizarlos, así que no se hacían notar. Crecieron como dos niños normales en aquella época imperial de Japón, donde casi todo en una familia de ricos era perfecto, los pequeños eran sumamente reconocidos por ser hijos del gran samurái Ryu Nagazuke, el cual era aclamado ya que fue uno de los más grandes samuráis que lucho en la guerra, y uno de los únicos que regreso vivo, por lo cual estos niños estaban totalmente orgullosos de su padre y de lo que había hecho, el hecho de que los dejara abandonados hizo que los pequeños se sintieran decepcionados, solos, tristes, pero más que nada enfadados, molestos de lo que su mayor héroe que era su padre, les hizo eso solo por no saber cómo lidiar con ellos o con el poder que cargaban en la espalda, como si pudieran hacer algo en contra de esa condición.
En fin, nunca se supo de estos dos niños, ya
que la familia Nagazuke los borro por completo de su historial, y al estar
lejos de ellos, si alguien los encontraba algún día, (cosa que nunca paso)
nunca los relacionaría con una familia tan especial y famosa en todo el país, así
que simplemente se dejó de hablar del tema, y al haber sido un parto casero, el
tema quedo entre familia. Los niños pasaron casi cinco años vagando por el
bosque más grande de Tokio, ya que no fue hasta los 12 años que pudieron salir
del bosque por definitivo, pero no todo fue malo, ya que estando solos, el uno
con el otro, pudieron aprender a la fuerza como usar sus habilidades para
defenderse de los animales y criaturas que intentaron atacarlos, pero esto no
fue del todo bueno tampoco, porque al defenderse de los animales solamente
aprendieron a usar sus brazos adicionales para matar a todos los que los
rodeaban si llegaban a sentirse amenazados por estos, cosa que es aterradora
porque solo tenían seis años, y a esa edad no tenían ni idea de lo que les
esperaba para el futuro con tal capacidad monstruosa. Sus nombres eran Haruki
Nagazuke y Yuu Nagazuke.
Con trece años,
Yuu y Haruki comenzaron a trabajar en una granja local, ya que al haber salido
del bosque en el que estaban ya no tenían toda la comida gratis que obtenían al
cazar y matar un animal, así que mientras trabajaban en la granja estaban
también practicando como usar sus habilidades para trabajar más rápido y con
menos esfuerzo. Les pagaban relativamente bien, además de que también les daban
alojamiento y comida, en conclusión, una muy buena ayuda.
Mientras mas
crecían, mas los forzaban a trabajar, así que la situación era de las malas, ya
que antes de salir del bosque, desarrollaron un profundo odio hacia los humanos
debido a lo que les hizo su propio padre, y esta situación solo lo empeoro
todo, pero por ahora no hicieron nada para no llamar la atención, aunque
siempre usaban sus brazos adicionales cuando nadie los veía, se podría decir
que lo tomaron como algo totalmente normal, es mas, que le llamaban sus
cuernitos chiquitos de hermanitos, era muy tierno como podían convertir algo
tan atroz en su identidad de hermanos, pero lo tierno no les duraría por
mucho………
El 10 de marzo
(primavera) es el cumpleaños de los gemelos, y están durmiendo en sus
habitaciones, como era un habito ya, se levantaron más temprano de lo normal y
salieron a recolectar un par de frutas sin que los vieran salir de su cuarto.
Solo alcanzaron a tomar un par de ciruelas
cuando se dieron cuenta de que estaban siendo observados por dos de los aldeanos,
y como era habitual de ellos usar sus brazos mientras nadie los veía, creyeron
que por ser su cumpleaños la pasarían sin problemas, preocupaciones y felices,
pero descubrieron que no, los dos aldeanos al ver esta atrocidad, quedaron sin
voz, pero corrieron lo mas que pudieron a avisarle a alguien para que pudiera
terminar con aquellos dos monstruos, pero no llegaron siquiera al cuarto más
cercano, ya que fueron alcanzados fácilmente por los amplios brazos que podían
llegar hasta a 20 metros, y paso lo que se temía que pasara, fueron brutalmente
asesinados por estos largos y desgarradores brazos, pero eso no fue todo, al
poder verlo todo, los aldeanos que se encontraban por la zona también fueron
asesinados porque comenzaron a sacar sus armas, y todo esto fue impulsado por
el enorme odio que le tenían los chicos a los humanos, y el hecho de que las
personas de los alrededores estaban totalmente preparados para matarlos a toda
costa sin siquiera saber que era lo que estaba pasando, los hizo profundizar
muchísimo más ese odio. Ese mismo día murieron en total catorce personas (todas
las que vivían en la granja) en manos de unos adolescentes que acababan de
cumplir 16 años esa misma tarde. Ese día también fue algo que marco por
completo su futuro, quien diría que el mismo día en el que florecieron los más
hermosos cerezos de Japón, florecerían además, dos criaturas totalmente heridas
pero peligrosas que serían los seres más temidos en toda la historia del siglo
10, los cuales no tenían un objetivo en especial, solo andaban por ahí, como
personas normales, con la diferencia de que eran especialmente irritables,
cualquier acción levemente incorrecta siempre que viniera de un ser humano, así
que se hicieron muy conocidos por un tiempo, pero eso paso luego de que
comenzaron a aparecer otras preocupaciones, como grandes guerras y otras
dificultades que no eran más peligrosas pero que le robaron el lugar de
preocupación a estos chicos.
Al ser inmortales,
pasaron cientos de años haciendo lo que siempre hacían lo mismo, pasarla bien,
relativamente e intervenir si veían alguna persona en una situación
comprometedora. Pasaron siglos haciendo lo mismo, hasta tenían un dicho “Los
humanos nos hicieron quien somos, con su odio e intolerancia” siempre decían
eso cuando estaban arrepentidos de algo que hicieron, y al ser inmortales,
tendrían el privilegio de saber si los humanos cambiarían su pensar o seguirían
siendo los mismos intolerantes por toda la eternidad.
(En la actualidad)
Es el 2019 y las
calles de Japón están repletas de gente, todos están tranquilos de compras o
trabajando, pero entre toda esta gente hay dos personas en especial que
aparentemente son normales pero tienen más de una razón para no serlo, y no lo
son, estos son Haruki Nagazuke y Yuu Nagazuke, ya con 996 años, estos gemelos
con capacidades sobrehumanas, que las usaban exactamente como no debían usarse,
y que sentían el más grande de los odios hacia todo ser humano que se pudiera
etiquetar como culpable de algo, ya fuera lo más leve posible, y que pasaron
siglos odiándolos, gracias a que son inmortales, y que pasaron a estar
desapercibidos por todos desde hace un buen tiempo. Esta es la historia de cómo
lograron adaptarse a la humanidad.
En la ciudad de
Akihabara, Tokio, era donde estaban residiendo hace unos cuatro años estos
gemelos que se hacían pasar por jóvenes de 20 años que en realidad eran unos
poderosos asesinos que le tenían un profundo odio a la humanidad debido a
algunos traumas de su infancia, y que lidiaban muy mal con ellos, si es que a
matar para sentirse bien se le podría llamar “lidiar”. Por suerte los
asesinatos de este dúo disminuyeron bastante con la llegada de las leyes y las
reglas de sociedad. A su vista eran solo ellos dos en Japón, ya que no tenían
amigos ni conocidos ni compañeros con los que tuvieran una relación estable.
Yuu logro conseguir un puesto como camarero en uno de los más grandes bares de la ciudad, ya que era ágil y paso fácilmente el periodo de prueba, por otro lado Haruki es secretaria en una empresa de exportación internacional y al mismo tiempo gracias a su apariencia consiguió un empleo de medio tiempo como modelo de publicidad, en fin, lograron adaptarse a medida de que los años iban pasando y los humanos se desarrollaban cada vez mas, aunque todos los humanos que conocían o de los que se escuchaba hablar eran de algún modo culpables de algo, así que aún no a menos que socializaran con un poco mas de personas, no lograrían ver el desarrollo emocional que había tenido la humanidad en todo este tiempo. Hoy ha sido un día un poco frio, ya que acaba de finalizar el verano, y el otoño se puede sentir por mucho. Esta semana no ha habido casos de delincuencia o asesinato aparte del que ocasionaron ellos a principios de esta semana, en el bar donde trabaja Yuu hay un nuevo empleado, el cual tiene pinta de ser bueno con este tipo de trabajos, se llama Hoga, y tiene 23 años, es originario de Japón y actualmente está estudiando arquitectura.
Parece que es amable,
ya que apenas entra al bar se apura en presentarse a Yuu, le dice su nombre y
ofrece su mano, pero no recibe una respuesta, así que la retira y pregunta por
su nombre, a lo que este responde distante —Yuu— cosa que dejo un poco
intrigado a Hoga, y que le da curiosidad saber más sobre su personalidad.
A Haruki le era especialmente difícil lidiar con su jefe, ya que este era una de las peores personas que ella conocía, y en su lista personal uno de los peores humanos que conocía, por varias razones que son frecuentes por las que odiar a un jefe, pero ese día estaba de mal humor, ya que había llegado un poco tarde, así que de no haber sido por una ayudante nueva que había llegado, su jefe no habría seguido con vida ni por un segundo más. Esta nueva ayudante era muy intimidante, se llamaba Midari, y tenía 22 años, era una de las mejores graduadas de su año en la carrera de economía, por lo cual era sumamente apta para el puesto de principal ayudante. Midari llego prácticamente de la nada, y no pudo haber llegado en mejor momento que ese, ya que salvo a su nuevo jefe y a su compañera de trabajo de una terrible escena —Así que piensas presentarnos o te vas a quedar ahí regañándola? Dijo Midori con una expresión burlona a lo que el jefe respondió—Si si, Haruki, ella es Midori y será tu nueva ayudante permanente, así que traten de llevarse bien jajaja— Y dejo la habitación donde estaban, dejándolas solas, Midori siendo una persona totalmente extrovertida, se acercó a Haruki para explicarle algunas de las cosas que debía entregar esa misma semana, pero al querer ser su amiga, solo recibe a cambio frialdad y desagrado por parte de Haruki, pero ante la insistencia de Midari, Haruki decide rendirse y aceptar su invitación para salir este fin de semana, y como condición pone que debe ir con su hermano Yuu, Midari mas que encantada acepta y se emociona aún más por conocer a Yuu.
Ha sido un día
agitado para los dos gemelos, y al llegar a su hospedaje le cuentan todo el uno
al otro, a lo cual suspiran y dicen “que estupidez”. Haruki le cuenta sobre la
invitación de Midari y le dice que no tenía opción, ya que esta era demasiado insistente,
—No te preocupes, iré, pero también necesito que vaya alguien mas —Ah vale, no
creo que le importe—
Ese fin de semana fueron los cuatro a un centro comercial, oro que se separaron parta que Midari y Haruki fueran de compras, y así Yuu y Hoga se quedarían comiendo algo en alguna de las cafeterías fuera del lugar, Midari y Haruki estaban en los vestidores, pero Haruki rechazo todas las prendas que Midari le ofreció para probarse a Haruki, así que Midari fue la única que salió llena de compras, a Haruki le causo gracia, y se sintió extraña, ya que hace un largo tiempo que no se divertía con algo tan bajo como los humanos.
Por otro lado, Yuu
y Hoga se sentaron en un restaurante de comida tradicional, y aunque a Yuu no
le gustaba la comida japonesa, ante la insistencia de Hoga, Yuu pidió ramen con
un poco de arroz y un té verde, mientras que Hoga pidió un plato de sushi, y té
verde, además de una caja de onigiris.
Yuu se sentía lleno, y aunque sabía que había sido literalmente obligado a comer, aun así, en el fondo disfruto de la comida, y luego de comer, normalmente se encontrarían en el centro comercial con Haruki y Midari, y entonces irse a casa, pero estaban tan concentrados en su primera vez saliendo con humanos cercanos, que perdieron la noción del tiempo y siguieron disfrutando de los videojuegos que había en el centro comercial y de la comida rápida de la cafetería más cercana. Luego de unas horas, (noche) se despidieron y tomaron un taxi a su casa.
Se sentían
diferentes de como habían salido de su hospedaje, se sentían un poco más
relajados, como si algo en ellos hubiera cambiado, y esta sensación se intensificaría
cuando volvieran a sus trabajos y comenzaran a crear una amistad cercana con
Hoga y Midari.
Esa semana No hubo
ningún asesinato, No tuvieron disturbios ni se sintieron molestos, entonces
comenzaron a comprender que no todos los humanos eran iguales, ni tampoco todos
eran tan despreciables como ellos habían pensado que eran. Y esto lo
aprendieron con solo el hecho de que dos personas amables se les hubieran
acercado y parado a decir—¿Estas bien? —.
En conclusión,
Haruki y Yuu lograron comprender que cometer los mismos errores que los demás
no es una buena forma de lidiar con tus problemas, y también comprendieron que
no hace falta hacer cosas de las que luego te arrepentirás para sentirte bien
por un momento, la mejor forma de sentirse bien es pasar tiempo con las
personas que se preocupan por ti, que quieren estar contigo, y que sabes que no
te abandonaran.
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